Palabras de espiritualidad

El culpable soy yo, no el otro

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

Translation and adaptation:

No olvides que eres débil y que débil es también tu semejante...

Busca la forma de no caer en el mal; más bien, véncelo todo con el amor: los enfados, los caprichos, los problemas familiares... Que no haya en ti sino amor. Antes de culpar a los demás, cúlpate a ti mismo, reconócete culpable de todo lo malo que te sucede. Repite: “¡Yo soy el culpable, porque soy un pecador!”.

No olvides que eres débil y que débil es también tu semejante, y que la debilidad es siempre debilidad, y que, cuando los débiles y los pecadores reconocen su debilidad o su pecado, ya no tiene sentido acusarlos: el culpable es el demonio, fuente de todo mal.

(Traducido de: Sfântul Ioan de Kronstadt, Viața mea în Hristos, Editura Sophia, p. 458)