Palabras de espiritualidad

El egoísmo es como una guerra nuclear para el monje

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Nosotros, como monjes, hemos salido del mundo para alcanzar la bondad, para no ser más como el mundo.

Es muy simple (lo que el monje debe ser), como dicen los griegos: “kalo gheros”, es decir, un “anciano bueno”. Es decir que debes ser bondadoso. Luego, nosotros, como monjes, hemos salido del mundo para alcanzar la bondad, para no ser más como el mundo. El egoísmo es como una guerra nuclear para el monje.

Muchos vienen a buscarme del Monasterio Vatopedi, diciendo que soy una persona espiritual, pero no es cierto. Cuando los veo venir, me pregunto: ¿qué les diré? ¡Ni siquiera tengo el don de la palabra! ¿Qué podría decirles yo, un pobre ciego? Sí, soy un viejo ciego. ¡Ay de mí! Pero soy rumano. Por eso es que no me doy por vencido. Soy rumano y amo a mi nación. Les pido que me perdonen, porque sólo de forma soy así, un hombre, porque aparte de eso... ¡ay de mí! No sólo no veo, sino que también soy viejo, y la vejez tiene sus cargas titánicas.

Le he pedido mucho a la Madre del Señor que me conceda el don de no quejarme (por mi ceguera) y ella se ha apiadado de mí. Me ha permitido entender que lo que padezco me es de gran provecho. Y me siento en paz. Mi condición me ha sido y me es de mucho provecho.

(Traducido de: Stareţul Dionisie – Duhovnicul de la Sfântul Munte Athos, Editura Prodromos, 2009, pp. 283-284)