Palabras de espiritualidad

El entusiasmo desmesurado

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

El stárets trataba de que el entusiasmo exagerado se hiciera al menos un poco más humilde.

Cuando sentía que alguien era exageradamente optimista, el stárets Efrén decía con vehemencia: «¿A dónde van ustedes? ¿A dónde van? ¡A traer sal, a traer sal!». A continuación, agregaba: «¿De dónde vienen ustedes?». Y, como si se hubiera quedado sin resuello, con un hilo de voz, respondía: «De ir a traer saaal…». Y después explicaba: «Un día, una caravana de camellos partió desde Palestina hacia el Mar Rojo, para ir a traer sal. Aquel era un viaje largo, extenuante, a través de extensos desiertos en donde no podía hallarse una sola gota de agua. Iba también un pequeño camello, acompañando a su madre. Y, cuando alguien le preguntaba: “¿A dónde van?”, el camellito, lleno de entusiasmo, con su joven voz, llena de fuerza y vigor, ignorando el esfuerzo que había que hacer para llegar a su destino, respondía: “¡A traer sal! ¡A traer sal!”. Algún tiempo después, al regresar de tan agotador viaje, cuando alguien se le acercó y le preguntó: “¿De dónde vienen?”, respondió: “De ir a traer saaal, de ir a traer saaal”, y su voz se escuchaba débil, consumida y fatigada». Luego, tomando el ejemplo e imitando la voz del pequeño camello, el stárets trataba de que el entusiasmo exagerado se hiciera al menos un poco más humilde.

(Traducido de: Iersoschimonahul Iosif Aghioritul, Starețul Efrem Katunakiotul, traducere de ieroschim. Ștefan Nuțescu, Editura Evanghelismos, București, 2004, p. 115)