El espíritu del hombre y su reflejo en los aspectos más esenciales de la vida
La llamada “espiritualidad” —o la “atmósfera” en la que vive el hombre— es la obra del espíritu.
El espíritu llena al hombre y su vida, en tanto que el pensamiento, la intención, el sentimiento, la idea, la palabra y el acto son portadores del espíritu que pervive en lo más profundo de su ser. El espíritu se muestra muy raras veces en su luz. Pero es mucho más lo que se deduce de sus acciones, es decir, de todo lo que sucede con los demás. No obstante, la llamada “espiritualidad” —o la “atmósfera” en la que vive el hombre— es la obra del espíritu, y solo indirectamente de las acciones. Es una cosa insensible, sutil y misteriosa; es de la forma en que queramos llamarla, pero es la verdad más cierta del hombre y su mundo, tal como yo mismo pude experimentarla en esta desgraciada vida de hombre.
(Traducido de: Ioan Ianolide, Deținutul profet, Editura Bonifaciu, p. 140)