El Espíritu Santo ora con aquellos que lo reciben
Esfuérzate, hermano, apartando cualquier inclinación a la pereza. El Señor se apiadará de ti y te dará el espíritu de la oración, que empezará a obrar en ti como la respiración del cuerpo.
El Apóstol Pablo nos enseña que el Espíritu Santo ora con aquellos que lo han recibido. Y, naturalmente, el Espíritu no ora solo, sino estimulando continuamente el anhelo del espíritu humano de orar a Dios. En esto consiste la oración activada por el Espíritu Santo. Pero, atención, que estamos hablando del nivel superior de la oración. Para llegar hasta ahí, quienes buscan la pureza y la santificación se esfuerzan en la oración, la soledad y las vigilias, sabiendo que la noche es el mejor momento para tales esfuerzos. Y este empeño debe ser acompañado de varias postraciones y profundos suspiros desde el corazón contrito. Esfuérzate, hermano, apartando cualquier inclinación a la pereza. El Señor se apiadará de ti y te dará el espíritu de la oración, que empezará a obrar en ti como la respiración del cuerpo. ¡Empieza ya! ¡No hay mejor momento para ello!
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Tâlcuiri din Sfânta Scriptură pentru fiecare zi din an, Traducere din limba rusă de Adrian și Xenia Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, 2011, p. 22)