El final puede venir en cualquier instante
Incluso sometidos por los dolores de la muerte, muchos se resisten a admitir que les ha llegado el momento final.
Debes estar preparado en todo momento: no sabes cuándo vendrá el Señor, sea para que tenga lugar Su estremecedor Juicio, o para llevarte de este mundo; cualquiera de estas dos cosas será lo mismo para ti. La muerte es determinante: ella trae el desenlace de nuestra vida entera, y tendrás que conformarte una eternidad con aquello que hayas obrado aquí. Si fueron bondades, bueno será tu destino; si fueron cosas malas, lo que te espera será malo. Esto es tan cierto, como cierto es que existes. Ese momento decisivo podría sobrevenirte justo en este segundo, mientras lees estas líneas, y después… el final. Y será como si te pusieran un sello que nadie podrá quitarte. ¡Como puedes ver, tienes muchas cosas para meditar!
Tendría que sorprendernos que hoy sean muy pocos los que piensan en estas cosas. ¡Qué misterio tiene lugar con nosotros! Sabemos que la muerte llama a la puerta, que es imposible librarnos de ella, pero, con todo, nadie piensa en eso. Y entonces aparece ella, y nos lleva inesperadamente... Pero aún hay más: incluso sometidos por los dolores de la muerte, muchos se resisten a admitir que les ha llegado el momento final.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Tâlcuiri din Sfânta Scriptură pentru fiecare zi din an, Editura Sophia, București, p. 231)