El matrimonio puede conseguir que el débil se haga dos veces más fuerte
El matrimonio no aleja de Dios; al contrario, nos une más fuertemente a Él.
Atados con el lazo del matrimonio, nos sostenemos de las manos, de los pies y de los oídos. El matrimonio puede conseguir que el débil se haga dos veces más fuerte. Juntos, los esposos atraviesan más fácilmente las penas y se gozan con más fuerza de las alegrías. Para los esposos que piensan armoniosamente, hasta la riqueza es más agradable; pero en la pobreza, esa unidad de pensamiento es más agradable que la misma riqueza. Ellos beben juntos de la fuente del matrimonio, del cual no pueden gustar los extraños, ya que no brota de otro lugar. Formando un sólo cuerpo, tienen también una sola alma, y se alientan mutuamente para perseverar en la devoción. Y es que el matrimonio no aleja de Dios; al contrario, nos une más fuertemente a Él, al contar con muchísimos más estímulos para la fe.
(Traducido de: Sfântul Grigorie Teologul, Cum să întemeiem o familie ortodoxă, Editura Sophia, București, 2011, p. 70)