El pesar por haber pecado
El dolor y la compunción del corazón son partes constitutivas del arrepentimiento, y, en la medida en que pervivan en su interior, el hombre experimentará la contrición.
La compunción del corazón es una tristeza, un pesar, un dolor profundo en el corazón, que tiene lugar cuando el hombre entiende que ha enfadado a Dios con sus pecados, infrigiendo Su ley divina. Este dolor no consiste solamente en algo que se siente, es decir, en suspiros y lágrimas, sino, ante todo, en el hecho de que la voluntad del hombre empieza a odiar el pecado que hay en su interior y se decide a no volver a cometerlo. Según G. Koressios, el dolor y la compunción del corazón son partes constitutivas del arrepentimiento, y, en la medida en que pervivan en su interior, el hombre experimentará la contrición. Cuando falta esta compunción, el hombre se aparta del arrepentimiento. Esto significa que el dolor y la compunción deben mantenerse siempre en el corazón del que se arrepiente, para que su contrición sea verdadera.
Esta compunción es trabajo solamente de aquellos que son perfectos e hijos de Dios, porque brota del amor a Él. Es como cuando el hijo se arrepiente después de haber enfadado a su padre, mas no porque podría privársele de la herencia paterna o porque le podrían echar de la casa de su padre. [...]
(Traducido de: Sfântul Nicodim Aghioritul, Dulce sfătuire, Editura Credința Strămoșească, 2000)