El poder de una esposa creyente
“Una mujer fiel y sabia es capaz de sacar a su esposo del camino del pecado, haciéndose, para él, lo que la rienda es para el potro.”(Comentario al Evangelio Según San Mateo, Homilía LIX)
Si la mujer es más avanzada espiritualmente que su esposo, debe exhortarlo a imitarla, enseñándole con su guía y ejemplo. San Juan Crisóstomo es quien le autoriza a asumir tal misión. En un momento dado, después de reprender con severidad a sus fieles (varones) por su dejadez, continúa de esta forma su discurso:
“Para no reñirlos tanto, les daré una forma de corregirse. ¿Cuál? Los confiaré a sus esposas, para que ellas los instruyan. ¡De acuerdo a la ley de Pablo (I Corintios 14, 34-35), era necesario que ustedes fueran sus mentores! Pero, ya que debido al pecado el orden se ha invertido y la cabeza ha pasado a estar abajo y el cuerpo arriba, optaremos por otro método.” (Comentario al Evangelio según San Mateo, Homilía VII)
Está claro que el Santo Padre tiene una gran confianza en la capacidad de una esposa creyente para corregir a su esposo que no lo es, llevándolo al buen camino, salvaguardando, además, su honor y su: buen nombre: “Una mujer fiel y sabia es capaz de sacar a su esposo del camino del pecado, haciéndose, para él, lo que la rienda es para el potro.” (Comentario al Evangelio Según San Mateo, Homilía LIX)
“Que las esposas lleven a sus maridos al buen camino, por medio de su propio ejemplo, instándolos a comportarse con devoción.” (Homilía XVII sobre el Génesis)
(Traducido de: David C. Ford, Bărbatul şi femeia în viziunea Sfântului Ioan Gură de Aur, traducere din limba engleză de Luminiţa Irina Niculescu, Editura Sophia, Bucureşti, 2004, pp. 310-311)