El porvenir de cada país
Ve y observa cuántos asisten el domingo a la iglesia y si las cantinas también abren los domingos...
Cuando quieras saber será el porvenir de una nación, de un país, ve y observa cuántos asisten el domingo a la iglesia y si las cantinas también abren los domingos. Después, compara cuántas personas hay en la iglesia y cuántas en las cantinas. Además, visita los hospitales y las cárceles, y observa cuántos hay allí, pocos, muchos, jóvenes o ancianos. Así conocerás cuánta dignidad o indignidad hay en ese país. Lo mismo ocurre con nosotros mismos: si sufrimos —y sufriremos cada vez más, porque esas son las señales de Dios que vemos y sentimos— es que aún no hemos aprendido a orar con lágrimas, con fuego. Todo esto es señal de que aún no ayunamos como lo hacían nuestros antepasados y que nuestros pecados son muchos y muy graves, como para las cosas nos vayan mejor que hoy.
(Traducido de: Mi-e dor de Cer, Viața părintelui Ioanichie Bălan, Editura Mănăstirea Sihăstria, 2010, p. 542)