El progreso espiritual es una cosa gradual
Es mejor avanzar paso a paso en el camino al progreso espiritual, que caer una y otra vez por haber tomado un impulso completamente irreflexivo.
¿De qué le sirvió a Guejazi haber estado tanto tiempo junto a Eliseo, si al final fue castigado con la lepra por su codicia? ¿De qué le sirvió a Salomón toda la sabiduría y la devoción de antes, si después, por no poder contener su amor por lo femenino, terminó cayendo en la idolatría? Para aquel que verdaderamente busca vivir en conformidad con lo que Dios espera, es suficiente —para demostrar la verdad de lo dicho— el ejemplo de la caída de Judas, el cual, durante mucho tiempo fue discípulo del Señor, pero después, apartándose de lo que era bueno, vendió a su Maestro, para luego morir de una forma atroz, ahorcándose. Así pues, ¡no des descanso a tus ojos ni sueño a tus pestañas, hermano, para que puedas salvarte como el ciervo de la flecha y el pájaro de la jaula! Tienes que estar muy atento, sabedor de que atraviesas un sitio lleno de trampas, a la orilla de un precipicio, y que la caída se salda con no pocas consecuencias graves.
Sin embargo, no pretendas elevarte a un gran nivel de esfuerzo, no sea que te aturdas y caigas desde semejante altitud. Es mejor avanzar paso a paso en el camino al progreso espiritual, que caer una y otra vez por haber tomado un impulso completamente irreflexivo, lo cual siempre es nocivo para el alma. Renuncia, poco a poco, a las dulzuras de esta vida y arranca de raíz los malos hábitos, no sea que, intentando echar todo eso de ua sola vez, atraigas sobre ti una cantidad terrible de tentaciones. Al contrario, cuando logres librarte de alguno de esos placeres tan llenos de pecado, pasa a combatir otros. Solo así lograrás librarte de todo eso con facilidad.
(Traducido de: Patericul Lavrei Sfântului Sava, Editura Egumenița, 2010, pp. 103-104)