El propósito es la comunión con Dios
Es entonces cuando el hombre siente el don de Dios, aún sin orar, u orando con amor.
«Los mandamientos de Dios son un modo de vida divina. El hombre no puede cumplir totalmente los mandamientos de Dios, y por eso es que necesita la Gracia. Esto es asunto de la oración. A veces, el hombre cumple los mandamientos de Dios y vive el ethos de Cristo Resucitado, y es entonces cuando siente el don de Dios, aún sin orar, u orando con amor. La oración incesante no es el propósito (cuando tendemos a orar mecánicamente), porque el propósito es nuestra comunión con Dios».
(Traducido de: Hierotheos Vlachos, Mitropolit de Nafpaktos, Cunosc un om în Hristos: Părintele Sofronie de la Essex, traducere din limba greacă de Preot Șerban Tica, Editura Sophia, București, 2011, p. 339)