El que está lleno de respeto, ése siente el temor de Dios
El arrogante no puede pensar lógicamente. Y el que no cuida de su alma, se hace inhumano, convirtiéndose en una bestia...
No hace mucho me encontré con un monje que hablaba muy expresivamente. Hablaba sobre el temor de Dios, sobre la devoción y sobre la lógica humana. Nunca había conocido a alguien que se expresara tan lúcidamente. Sus palabras eran como un manantial brotando armoniosamente. Su discurso era preciso, limpio, encendido y acompañado de gestos espontáneos y encantadores. Decía cosas como esta:
El que está lleno de respeto, ése siente el temor de Dios. El que tiene temor de Dios es también humilde. Dios cuida a los humildes. Sólo el que es humilde puede pensar lógicamente. El arrogante no puede pensar lógicamente. Y el que no cuida de su alma, o se hace inhumano, convirtiéndose en una bestia, o se engaña a sí mismo enteramente.
(Traducido de: Arhimandritul Ioannikios, Patericul atonit, traducere de Anca Dobrin și Maria Ciobanu, Editura Bunavestire, Bacău, 2000, p. 126)