El rol de la mujer en la familia
La misión más grande de la mujer en familia es la de ser madre.
El asunto es así: Dios hizo a la mujer colaboradora del hombre. Por eso, San Juan Crisóstomo dijo que: “La mujer es el puerto del hombre”. El hombre, pobre de él, regresa agobiado, carga con las más grandes responsabilidades en la sociedad, dirige ejércitos, guerras; ejerce las más altas funciones del Estado, en el gobierno... y vuelve a casa cansado. Por eso, la mujer debe ser su puerto. Debe saber recibirlo siempre con una palabra suave, con serenidad, prepararle la comida, arreglarle la ropa, acompañarlo cuando sale, recibirlo cuando regresa de algún lugar. Debe ser siempre quien descansa al hombre, porque es su colaboradora.
Pero el rol más grande de la mujer en familia, no es sólo hacer comida y reparar las vestimentas de su esposo. ¡La misión más grande de la mujer en familia es la de ser madre! ¡Que Dios ampare a aquella mujer que quiera evitar los dolores del parto! Porque el primer canon que recibió por haberse equivocado fue precisamente ése: “Con dolor darás a luz a tus hijos”. San Juan Crisóstomo dice: “Si huyes de los dolores del parto, ¡te encontrarás, de todas formas, con el dolor eterno! Es decir, de los dolores del infierno. Dios puso con sabiduría la dulzura de la unión entre esposos, junto al dolor del parto. Y tú, si huyes del dolor, buscando tan sólo el placer, caerás en el dolor eterno”
(Traducido de: Ne vorbește Părintele Cleopa - 3, Ed. Mănăstirea Sihăstria, 2004, p. 74)