Palabras de espiritualidad

El Sacramento de la Confesión nos ayuda a estar siempre preparados

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

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Debemos estar siempre cerca de Dios, eludiendo siempre el pecado y la tendencia a ser indolentes, misma que nos lleva a repetirnos una y otra vez: ‟¡No pasa nada!”.

La Santa Escritura dice que debemos estar siempre preparados, porque nadie sabe cuándo habrá de morir. No importa la edad que tengamos...  Debemos estar siempre cerca de Dios, eludiendo siempre el pecado y la tendencia a ser indolentes, misma que nos lleva a repetirnos una y otra vez: ‟¡No pasa nada!”. ¡Que Dios nos libre de semejante negligencia! No importa el tamaño de nuestras faltas, busquemos inmediatamente el Sacramento de la Confesión, para borrarlas por completo. Esta es la más importante disposición de Dios, porque Él no castigará a nadie por haber pecado, sino por no haberse arrepentido y pedido perdón.

—¿Pecaste?

—Sí, pequé.

—¡Bien, corre y ve a confesarte, para librarte de tus faltas…! ¡De lo contrario, se quedarán contigo!

La Confesión es un don divino, porque Dios nos ama tanto, que quiere llevarnos al Paraíso. Si has pecado, busca a tu confesor y di: “He errado, Señor. ¡Por favor, perdóname por haberte fallado!”. Y, después de que el sacerdote te lea la oración de absolución, tus pecados se habrán ido. El problema es que la desidia es un peso demasiado grande para nosotros.

(Traducido de: Starețul Dionisie – Duhovnicul de la Sfântul Munte Athos, Editura Prodromos, 2009, pp. 50-51)