Palabras de espiritualidad

El Santo Bautismo, baño regenerador

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Por medio del Santo Bautismo volvemos a nacer, nosotros, quienes estábamos muertos, salvándonos y renovándonos, purificándonos y lavándonos, convertidos en “criaturas nuevas en Cristo” (II Corintios 5, 17).

Todas las personas, al bañarse, se limpian de toda la suciedad acumulada, y salen del agua limpias y vestidas como con un atuendo nuevo, impoluto, blanco.

De la misma forma, entrando en las aguas del Santo Bautismo, los hombres se limpian de la suciedad de sus pecados, se purifican y se santifican, vistiéndose con el luminoso e inconmensurable atavío de la justicia de Cristo, como con un pórfido imperial, y se convierten en hijos del Rey Celestial, y herederos del Reino de los Cielos, y salen de allí purificados, santificados y enmendados, como dice el Apóstol: “Habéis sido lavados, consagrados y justificados en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios” (I Corintios 6, 11).

Por esta razón, el Santo Bautismo es llamado por el Apóstol, “bautismo regenerador” (Tito 3, 5). Porque por medio del Santo Bautismo volvemos a nacer, nosotros, quienes estábamos muertos, salvándonos y renovándonos, purificándonos y lavándonos, convertidos en “criaturas nuevas en Cristo” (II Corintios 5, 17).

(Traducido de: Sfântul Tihon din Zadonsk, Comoară duhovnicească din lume adunată, Editura Egumeniţa, Galaţi, 2008, p. 398)