El significado de la entrada en la iglesia de los fieles
Todo hombre que, siendo dominado por cualquier clase de vicios, renuncia a dejarse guiar voluntariamente por dichas inclinaciones, cambiando su forma de vida para bien y eligiendo la virtud en vez del pecado, ese hombre puede ser considerado como uno que ha entrado en verdad con Cristo, nuestro Dios, en la virtud, que de forma figurada es la iglesia.
La entrada de los fieles a la santa iglesia, que se hace simultáneamente con la del jerarca, simboliza el regreso de los incrédulos, desde la ignorancia y el extravío, al conocimiento de Dios, y el regreso de los fieles, desde el pecado y el desconocimiento, a la virtud y el entendimiento. Y es que la entrada en la iglesia no representa solamente el regreso de los descreídos al Dios verdadero, sino también la enmienda por medio de la contrición, de cada uno de nosotros, quienes creemos que hemos vulnerado los mandamientos del Señor con nuestra vida impía y nuestra tendencia a la lujuria. Y es que todo hombre, sea un asesino, o un adúltero, o un ladrón, o un soberbio, o un vanidoso, o un blasfemo, o un glotón, p un avaricioso, o un murmurador, o un rencoroso, o un iracundo, o uno al que le gusta sembrar cizaña, o un envidioso, o un ebrio, o simplemente un pérfido, para no extenderme tanto con esta enumeración de pecados; todo hombre que, siendo dominado por cualquier clase de vicios, renuncia a dejarse guiar voluntariamente por dichas inclinaciones, cambiando su forma de vida para bien y eligiendo la virtud en vez del pecado, ese hombre puede ser considerado como uno que ha entrado en verdad con Cristo, nuestro Dios, en la virtud, que de forma figurada es la iglesia.
(Traducido de: Sfântul Maxim Mărturisitorul, Mistagogia, Editura Institutului Biblic si de Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, București)