El valor del cristiano
No poseer nada material, no dejarse dominar por las pasiones, considerar todos los bienes como temporales e inútiles, perseguir la vida eterna, amar a Jesús con toda el alma: en esto consiste el poder subjetivo de los cristianos que vencieron a los paganos.
El valor es de muchos tipos. Pero el más importante es el coraje de esos que no tienen nada que perder. No poseer nada material, no dejarse dominar por las pasiones, considerar todos los bienes como temporales e inútiles, perseguir la vida eterna, amar a Jesús con toda el alma: en esto consiste el poder subjetivo de los cristianos que vencieron a los paganos. Y si se agrega el desprecio a la muerte, la alegría de sufrir por Cristo y la añoranza completa de la vida eterna, entonces, ciertamente, las virtudes cristianas —esas armas de las que nos habla el Santo Apóstol Pablo y el poder del Espíritu Santo, que las llena como de fuego— se hacen invencibles. Aún más, la victoria más formidable del mundo no puede obtenerse sino por medio de una humilde muerte en la Cruz.
Así fue como Jesús venció al mundo, así fue como los santos vencieron al maligno y a los reinos de este mundo y sólo así podemos nosotros vencer a nuestros enemigos, visibles e invisibles.
(Traducido de: Arhimandrit Paulin Lecca, Adevăr și Pace, Tratat teologic, Editura Bizantină, București, 2003, pp. 36-37)