Palabras de espiritualidad

El verdadero conocimiento que proviene del temor de Dios

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

“Cuando el hombre comienza a actuar guiado por el temor de Dios, pronto recibe la revelación de lo que ahora le parece insondable”

El conocimiento natural, es decir, la capacidad de distinguir entre el bien y el mal, que Dios puso en cada uno de nosotros, nos convence de que debemos creer en Dios, el Creador de todo. Ese conocimiento también nos enciende el temor de Dios, y ese mismo temor nos induce a arrepentirnos y a ponernos en acción.

Así es como se le da al hombre el conocimiento espiritual, la comprensión de los Misterios de Dios, que engendra la fe en la contemplación verdadera. Pero esto no es algo tan sencillo como pensar que de la simple fe brotará el conocimiento espiritual, sino que primero la fe gesta el temor de Dios, y del temor de Dios —cuando empezamos a ponerlo en práctica—, de lo que hacemos temiéndole a Él, nace el conocimiento espiritual, como dice San Juan Crisóstomo: “Cuando el hombre comienza a actuar guiado por el temor de Dios, pronto recibe la revelación de lo que ahora le parece insondable”. El santo define ese conocimiento espiritual como “la revelación de los misterios”.

(Traducido de: Sfântul Isaac SirulCuvinte despre nevoință, Editura Bunavestire, Bacău, 1997, p. 85)