Palabras de espiritualidad

El verdadero propósito del Sacramento de la Confesión

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

No cambiamos nada en el alma del hombre, si nos limitamos a perdonarlo y absolverlo de determinados pecados cometidos.

Los pecados son los frutos del árbol perverso, de la vida en maldad. Imaginémonos que un arbusto venenoso crece y de él brotan frutos ponzoñosos. Aunque arranquemos los frutos, si dejamos el arbusto en su lugar, al año siguiente volverá a fructificar...

En otras palabras, no cambiamos nada en el alma del hombre, si nos limitamos a perdonarlo y absolverlo de determinados pecados cometidos. El padre espiritual puede, efectivamente, cambiar el alma del que se arrepiente, arrancando desde su raíz el pecado. Pero primero tiene que encontrar en dónde está esa raíz.

(Traducido de: Protoiereu Vladimir VorobievDuhovnicul și ucenicul, Editura Sophia, București, 2009, p. 18)