En caso de enfermedad, es importante tanto la medicina como la oración
“Yo, un asceta pobre, en soledad envejecí y deseaba sanarme tan sólo con la fe. Pero ahora he aprendido que es necesaria la medicina y también la Gracia.”
Al principio, el stárets era inflexible en relación a la enfermedad y los médicos. Sin embargo, al final de su vida y cediendo a las súplicas de sus discípulos, aceptó ser atendido por algún doctor. Entonces, observando la utilidad de los medicamentos, dijo:
“Muchos me han buscado para pedirme ayuda, sanando con oración y ayuno. No obstante, Dios dejó de escucharme, para que pudiera entender que también los medicamentos y los médicos son necesarios. Asimismo, para que aprendiera a ser indulgente con los demás. He leído las cartas de San Nectario y noté cuánta atención daba a los medicamentos y a los doctores un Santo tan grande. Yo, un asceta pobre, en soledad envejecí y deseaba sanarme tan sólo con la fe. Pero ahora he aprendido que es necesaria la medicina y también la Gracia.”
(Traducido de: Arhimandritul Efrem Filotheitul, Starețul meu Iosif Isihastul, traducere de Ieroschimonah Ștefan Nuțescu, Editura Evanghelismos, București, 2010, pp. 105-106)