En la confesión bosquejamos nuestros pecados
Al confesarse, las personas no deben entrar en detalles minuciosos e inútiles, sino solamente bosquejar, delinear sus pecados.
Si la conciencia del individuo no ha desaparecido por completo, no lo dejará en paz mientras éste no se confiese íntegramente. Sólo que, al confesarse, las personas no deben entrar en detalles minuciosos e inútiles, sino solamente bosquejar, delinear sus pecados. Los Santos Padres nos aconsejan evitar ese tipo de descripciones, porque podrían, de alguna manera, hacer que la persona se deleite con el sólo recuerdo de su falta, sobre todo si es de naturaleza carnal. Los Santos Padres nos aconsejan rechazar tal práctica, para que el corazón, que aún ama el pecado, no se detenga tanto en él y no se distraiga.
(Traducido de: Sfântul Nicon de la Optina, Ne vorbesc stareții de la Optina, Editura Egumenița, Galați, p. 73)