Palabras de espiritualidad

¡En lugar de perder el tiempo, ora!

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Hermano, esfuérzate un poco en orar y velar, para que puedas ver cómo brota la alegría en tu corazón y cómo amanece la luz en el firmamento de tu mente. No hablo de esa alegría que desaparece antes de que puedas ser parte de ella, sino de esa dulce felicidad, semejante a la dulzura de los ángeles y la luz inextinguible del mundo que vendrá.

El anciano Filemón decía. “Muchos de los Santos Padres pudieron ver a los ángeles que les protegían, razón por la cual decidieron encerrarse en su silencio, dejando de hablar con los demás”.

Entonces, en lugar de perder el tiempo, ora. Y cuando la indiferencia y la apatía te ataquen con más fuerza, témete de la amenaza que el Señor pronunciara sobre el siervo astuto y ocioso (Mateo 25, 26). Si con creciente dejadez ves cómo pasan los días y las noches, ten por seguro que muy pronto devendrás en un completo indiferente.

¿Acaso te perderás con todo y tu indiferencia, mientras que otros reciben coronas por su esfuerzo y perseverancia? Hermano, esfuérzate un poco en orar y velar, para que puedas ver cómo brota la alegría en tu corazón y cómo amanece la luz en el firmamento de tu mente. No hablo de esa alegría que desaparece antes de que puedas ser parte de ella, sino de esa dulce felicidad, semejante a la dulzura de los ángeles y la luz inextinguible del mundo que vendrá, misma que Cristo, Luz del mundo, derramará sobre tí antes de que partas de este siglo, y que viene por medio de la oración.

(Traducido de: Comori duhovniceşti din Sfântul Munte Athos – Culese din scrisorile şi omiliile Avvei Efrem, Editura Bunavestire, 2001, p. 326)

 

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