Palabras de espiritualidad

¡En Ti confío, Señor!

  • Foto: Oana Nechifor

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Quien confía en Dios, es amado por Él (Salmos 146, 11); por el contrario, aquel que pone sus expectativas en el hombre, pone su esperanza en lo que es vacuo.

La definición más breve de la esperanza es: “La expectativa, con toda confianza, de las bondades prometidas por Dios”. Quien confía en Dios, es amado por Él (Salmos 146, 11); por el contrario, aquel que pone sus expectativas en el hombre, pone su esperanza en lo que es vacuo.

Pero nosotros ponemos nuestra esperanza solamente en nuestras capacidades. Si tomáramos parte de la elección de María en nuestra vida, si nos arrojáramos a los pies del Señor, a semejanza de la Madre del Señor en el Santo de los Santos, si viviéramos en oración y pensando únicamente en Dios, como ella, no serían los hombres quienes nos alimentan, sino los ángeles y los serafines del Cielo.

(Traducido de: Arhimandritul Cleopa Ilie, Îndrumări duhovnicești pentru vremelnicie și veșnicie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 164)

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