Palabras de espiritualidad

Entonces y ahora

  • Foto: Florentina Mardari

    Foto: Florentina Mardari

Translation and adaptation:

Hubo un tiempo en el que el bien era mucho, como también lo era la virtud. Lo mismo sucedía con los apotegmas, de tal forma que el mal se ahogaba entre tanto bien y tan poco desconcierto como había en el mundo y en los monasterios. No se le veía y tampoco lograba dañar.

Hace mucho, cuando existía el espíritu del esfuerzo y cada uno seguía al otro, el mal y la indiferencia no encontraban su lugar. Fueron tiempos en los que los ejemplos de virtud eran muchísimos, existiendo también el espíritu del esfuerzo. Por eso, el indiferente no podía quedarse entre los buenos, porque era sacado por la fuerza. Actualmente, si alguien quiere vivir honradamente y de forma espiritual, no encuentra su lugar en el mundo, se le hace difícil. Y si no permanece atento, podría dejarse arrastrar por las cosas de este mundo. Hubo un tiempo en el que el bien era mucho, como también lo era la virtud. Lo mismo sucedía con los apotegmas, de tal forma que el mal se ahogaba entre tanto bien y tan poco desconcierto como había en el mundo y en los monasterios. No se le veía y tampoco lograba dañar. ¿Qué es lo que sucede actualmente? Muchas son las muestras del mal, y el poco bien que queda es despreciado. Se han invertido los roles: el poco bien que hay se ahoga en el inmenso mal que ahora domina.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovnicești – I – Cu durere și dragoste pentru omul contemporan, Editura Evanghelismos, București, 2003, pp. 29-30)



 

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