Palabras de espiritualidad

¿Es más sencillo el camino de los monjes?

  • Foto: Silviu Cluci

    Foto: Silviu Cluci

Es verdad que aquí, en el monasterio, las tentaciones son más grandes, pero también lo es el auxilio de Dios.

Mira a tu alrededor, oh Sion, y verás cómo vienen hacia ti desde Occidente y el Norte, desde el mar y Oriente tus hijos”. He aquí cómo se puede decir hoy: “Desde muchos sitios han salido ustedes a buscar a Cristo, hijos míos. Que Dios se los recompense y les de la paz y la alegría del Espíritu Santo en sus corazones”.

Pero podría suceder que alguno de ustedes, finalmente, sea digno de asemejarse a los ángeles. Yo no los exhorto a tomar el camino del monaquismo, porque bien pueden salvarse en el mundo; sólo les pido que no se olviden de Dios. Al monasterio se entra buscando el nivel de la excelencia espiritual.

Es verdad que aquí, en el monasterio, las tentaciones son más grandes, pero también lo es el auxilio de Dios. Un santo quiso saber cómo ayuda Dios a los monjes, y tuvo una visión: vio a un monje rodeado de ángeles que portaban cirios encendidos.

Se dice que en el mundo las tentaciones son menores... pero imaginemos a uno que corre perseguido por un criminal. Supongamos que logra escapar. Pero, antes, el malhechor tuvo tiempo para mostrarle su puñal y amenazarle: “¡Espera a que caigas en mis manos!”. Ahora imaginemos un hombre que camina solitario y, repentinamente, se ve rodeado de un sinnúmero de adversarios. No tiene hacia dónde huir. Pero, inesperadamente, aparece un regimiento de soldados que vienen a salvarle. Al cabo de unos minutos de lucha, los enemigos huyen, ensangrentados, asustados. ¿No es verdad que este último tuvo que enfrentar un peligro más grande que el primero?

(Traducido de: Patericul de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2012, pp. 381-382)