Palabras de espiritualidad

¿Es necesario que vivamos entre tantas preocupaciones?

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Permanezcamos impasibles e indiferentes ante los elogios de los demás y busquemos la forma de agradar solamente al Señor. Solo así estaremos en paz, aun cuando sobre nosotros se desate la tormenta más fuerte.

Nuestra vida está llena de turbación e intranquilidad. Todos nos sentimos preocupados, todos vivimos descontentos, todos nos quejamos, sin importar si somos ricos o pobres, gente que manda o personas simples.

Pero esa confusión y esa preocupación no se deben tanto a la situación exterior y a las condiciones de vida en las que estamos, como a nuestro desorden y a nuestra enfermedad espiritual.

Tal como el ojo enfermo no ve nada más que oscuridad, estando aun bajo la luz más fuerte, el alma enferma se siente perturbada incluso cuando todo a su alrededor es sosiego.

Confiémosle todos nuestros problemas a Dios y lleguemos a la convicción de que nada es nuestro. Permanezcamos impasibles e indiferentes ante los elogios de los demás y busquemos la forma de agradar solamente al Señor. Solo así estaremos en paz, aun cuando sobre nosotros se desate la tormenta más fuerte.

(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Problemele vieții, Editura Egumenița, Galați, p. 356)