¿Es obligatorio que ambos esposos estén enamorados?
Mucho más fuerte que ese enamoramiento es el amor conyugal, cuando los esposos han atravesado, año tras año, innumerables alegrías y tristezas, sin traicionarse, viviendo de esta manera hasta el final.
¿Es obligatorio el enamoramiento recíproco entre esposo y esposa?
No, y tampoco es deseable, si por “enamoramiento” entendemos la atracción pasional hacia una persona. Semejante idealización de las cualidades físicas y espirituales no te permite ver al otro así como es en verdad, cosa que lleva, la mayoría de las veces, a consecuencias negativas. Los problemas en la vida familiar aparecen cuando se disipa la nube de la ilusión y no te queda más que vivir, cada día, con una persona real y no con el espectro que te habías creado.
Por eso, lo más sabio es ver al otro con equilibrio y aceptarlo con alegría; alegrarte de tu cónyuge, quien es una persona real y no la mera idea de un alguien a quien siempre querrás tener a tu lado, esforzándote en no ser una carga para él. Este es el fundamento más sano para una familia cristiana. No es bueno el culto al enamoramiento pasional, que durante muchísimos siglos ha caracterizado la vida fuera de la Iglesia.
Mucho más fuerte que ese enamoramiento es el amor conyugal, cuando los esposos han atravesado, año tras año, innumerables alegrías y tristezas, sin traicionarse, viviendo de esta manera hasta el final. El amor es mucho más grande que la simple atracción, aunque esta última sea la base para la creación de una nueva familia. Semejante forma de amor puede alcanzarse cuando no existe pasión desmedida al inicio de la relación.
No digo que el enamoramiento juvenil no pueda llegar a convertirse en algo serio, porque también existe esa posibilidad. Pero éste no debe ser una condición absolutamente necesaria para la fundación de una familia.
Si tienes una actitud normal, de amistad, frente a tu elegido y si te sientes bien a su lado, aunque no “ardas” de pasión por él y a pesar de que, cada vez que están juntos, las estrellas no se enciendan en el firmamento, no significa que no puedan formar una familia. No es necesario esperar a ese alguien con quisieras sentir algunas de las cosas descritas más arriba. Repito: no debemos hacer un culto del enamoramiento pasional.
(Traducido de: Pr. Maxim Kozlov, Familia – ultimul bastion: răspunsuri la întrebări ale tinerilor, traducere din limba rusă de Eugeniu Rigoti, Editura Sophia, București, 2009, p. 11)