Esperar la respuesta de Dios
Nuestro Misericordioso Padre Celestial no se apresura en cumplir dicha petición, sea porque no es algo de provecho, o porque, postergando Su respuesta a tal súplica, espera que el hombre ore con más insistencia...
Si alguien, después de haber orado fervientemente a Dios, implorándole que le cumpla determinada petición, no recibe respuesta alguna, debe saber que nuestro Misericordioso Padre Celestial no se apresura en cumplir dicha petición, sea porque no es algo de provecho, o porque, postergando Su respuesta a tal súplica, espera que el hombre ore con más insistencia, de manera que aprenda a ser paciente y así pueda recibir una retribución aún mayor.
(Traducido de: Sfântul Ioan Maximovici, Iliotropion sau acordul dintre voia omului și voia lui Dumnezeu, Editura Egumenița, p. 76)