Esta lucha la libramos con la ayuda de Dios
La oración siempre está a tu alcance, dándote la posibilidad de hablarle a Dios en cualquier momento de tus preocupaciones, en tanto que el ayuno te ayuda a dominar tu cuerpo.
Hay algo muy importante: no estás solo en tu lucha por una vida de pureza. ¡Dios te ayuda! Pero a ti te corresponde orar, participar en los oficios litúrgicos, comulgar con los Santos Dones, leer libros de provecho espiritual y tener un padre espiritual que te guíe y te confiese.
Dios te participa Su Gracia por medio de los sacramentos de la Iglesia. Por eso, tienes que confesarte con frecuencia y comulgar con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, eso sí, habiéndote preparado adecuadamente para ello.
La oración siempre está a tu alcance, dándote la posibilidad de hablarle a Dios en cualquier momento de tus preocupaciones, en tanto que el ayuno te ayuda a dominar tu cuerpo.
(Traducido de: IPS Andrei Andreicuț, Mai putem trăi frumos? Pledoarie pentru o viață morală curată, Editura Reîntregirea, Alba Iulia, 2004, p. 19)