Dos tiempos, dos vidas le concedió nuestro Creador a cada hombre: la vida actual, que es breve y de preparación, y la vida futura, eterna, espiritual, feliz o de tormento. ¡No te confíes, no desperdicies el tiempo de esta vida presente, hermano! ¡Prepárate sin cesar, por medio de la oración, el arrepentimiento y las virtudes, para la vida que habrá de venir!

¡Que tu fe en nuestro Dios, Creador y Justo Juez no vacile jamás! ¡Cree firmemente en Su Iglesia, edificada en este mundo para nuestra formación, para sanarnos, purificarnos, santificarnos y fortalecernos! ¡Agradécele a Dios por todo lo que ha preparado para ti, aprovecha todos los dones divinos, buscando siempre tu bien y felicidad! ¡Amén!

(Traducido de: Sfântul Ioan de Kronstadt, Despre tulburările lumii de astăzi, Editura Sophia, București, 2011, p. 65)