¿Estás cansado? ¡Ármate de valor, porque sólo así puede alcanzarse el Reino de Dios!
Las aflicciones, las enfermedades y los problemas nos estremecen de tal forma, que empezamos a odiar este mundo y a desear el de más allá, en donde los querubines y serafines alaban a Dios; allí donde existe el verdadero y puro descanso, el día que no termina, la luz de la alegría. Todo lo que hay aquí, en este mundo, comparado con las cosas eternas, es oscuro e insoportable.
Indiferentemente de cuánto podamos sufrir, va a venir el tiempo en el que todo terminará y cada uno descansará de todos sus afanes. ¿Estás afligido? ¿Tienes algún problema? ¿Lloras de pesadumbre por algún suceso triste? ¿Estás cansado? Ármate de valor, porque sólo así se puede alcanzar el Reino de Dios. Pero si no tienes problemas y tu vida transcurre con facilidad, sin acordarte de Dios, entonces, entristécete, porque eso significa que no estás en el camino que te llevará hacia Él.
Las aflicciones, las enfermedades y los problemas nos estremecen de tal forma, que empezamos a odiar este mundo y a desear el de más allá, en donde los querubines y serafines alaban a Dios; allí donde existe el verdadero y puro descanso, el día que no termina, la luz de la alegría. Todo lo que hay aquí, en este mundo, comparado con las cosas eternas, es oscuro e insoportable. Que nuestro Santísimo Dios nos llene de entendimiento espiritual, de manera que busquemos siempre las cosas eternas, el don más valioso de todos, nuestro dulce Señor.
(Traducido de: Comori duhovniceşti din Sfântul Munte Athos – Culese din scrisorile şi omiliile Avvei Efrem, Editura Bunavestire, 2001, p. 37)