¡Estemos atentos a lo que pueda impedirnos llegar al Reino de Dios!
Cosas como juzgar y condenar a los demás, guardar rencor y abandonarnos a la soberbia, nos impiden hacernos herederos del Reino de Dios.
«Me escribes que le pediste permiso a la higúmena para vivir con tu hermana en la misma celda, y que, además, no puedes renunciar al mal hábito de juzgar a los demás. ¡Ten cuidado, porque esto último puede llevarte a perder todo lo que hayas ganado con tu esfuerzo y sacrificio! Los orgullosos no tienen cabida en el Cielo, sino en el infierno, con el maligno. Piénsalo bien. Cosas como juzgar y condenar a los demás, guardar rencor y abandonarnos a la soberbia, nos impiden hacernos herederos del Reino de Dios. Y si no nos corregimos, no podremos evitar el fuego eterno».
(Traducido de: Sfântul Iosif de la Optina, Filocalia de la Optina, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 127)