Fe versus razón
“La puerta de los misterios se abrirá para ti y te asombrarás comprobando que antes te hallabas atado por las cadenas de la razón, en tanto que ahora vuelas con alas divinas sobre la tierra y respiras otro aire, un aire de libertad, del cual otros carecen…”
La fe deroga a la razón, que nos hace dudar de todo, y nos otorga el conocimiento espiritual. La razón, como dice el abbá José, no se opone a la fe, pero con sus alas escudriña y usurpa las profundidades de los misterios.
Este gran asceta le escribía a uno de sus hijos espirituales: «Examínate, para ver si tienes esta fe o si te domina la razón. Si te dejas con todo a la voluntad de Dios, es que has entendido lo que es la fe y, con certeza, Dios vendrá en tu auxilio. ¡Entonces, aunque enfrentes miles de pruebas y el demonio te tiente para debilitar tu fe, elige mil veces la muerte y no obedezcas a la razón! La puerta de los misterios se abrirá para ti y te asombrarás comprobando que antes te hallabas atado por las cadenas de la razón, en tanto que ahora vuelas con alas divinas sobre la tierra y respiras otro aire, un aire de libertad, del cual otros carecen. Y, al contrario, si te das cuenta de que es la razón lo que te domina y que ante el más mínimo infortunio te aturdes y caes en la desesperanza, es que aún no tienes fe y esperanza en Dios».
(Traducido de: IPS Andrei Andreicuț, Mai putem trăi frumos? Pledoarie pentru o viață morală curată, Editura Reîntregirea, Alba Iulia, 2004, p. 62)