Guiar a los jóvenes es un deber cristiano
Las señales del futuro pueden leerse en nuestro comportamiento y en el de los jóvenes de la actualidad. Ellos nos juzgarán por no haberlos orientado correctamente.
La juventud de hoy se ve continuamente intoxicada con la idea de la violencia. Está siendo destruida metódicamente, empezando con su sensibilidad, con su alma. ¡Si no cuidamos de nuestros jóvenes, mucho habremos de sufrir en el futuro! La juventud es como una inversión a futuro. Si inviertes bien tu talento, vivirás bien en la vejez. Si lo utilizas mal, pagarás las consecuencias. Por eso, las señales del futuro pueden leerse en nuestro comportamiento y en el de los jóvenes de la actualidad. Ellos nos juzgarán por no haberlos orientado correctamente. ¿Y qué les diremos? ¿Que no sabíamos cómo hacerlo? ¿Que no nos importó? Con simples excusas es imposible reparar lo que has estropeado con tu egoísmo, tu necedad o tu indiferencia.
(Traducido de: Părintele Iustin Pârvu, Daruri Duhovnicești, Editura Conta, 2007, p.154)