¿Hay algo de verdad en las supersticiones?
A cada cosa común y corriente le atribuyen un significado mágico. Hay quienes acuden a las tristemente famosas “adivinas” y creen a pie juntillas lo que estas les dicen. Con esto, el hombre poco a poco se va dejando atrapar por el demonio, hasta llegar a un punto en el que ya no podrá escapar de él.
«Si crees en algo así… Veamos: cuando alguien le pedía ayuda al Señor, Él le preguntaba: “¿Crees que puedo hacer esto? ¡Hágase según tu fe!”. A pesar de que en Rusia han pasado ya más de mil años desde la llegada del cristianismo, el espíritu de la superstición y del paganismo sigue vivo. Hay quienes creen que tener hipo es señal de que alguien está hablando de ti en ese momento, o que si estornudas es porque dices la verdad, o si te zumban los oídos es que vas a recibir una noticia. También hay otras supersticiones, como esa que dice que si tienes comezón en la nariz es porque vas a beber, o si te pica la palma de la mano es que vas a recibir dinero, o si se te atraviesa un gato es porque algo malo te va a pasar, o si dejas caer una cuchara, una mujer vendrá a visitarte, o si se te cae un cuchillo, quien vendrá es un hombre… ¡Toda clase de supersticiones! A cada cosa común y corriente le atribuyen un significado mágico. (…) Hay quienes acuden a las tristemente famosas “adivinas” y creen a pie juntillas lo que estas les dicen. Con esto, el hombre poco a poco se va dejando atrapar por el demonio, hasta llegar a un punto en el que ya no podrá escapar de él».
(Traducido de: Părintele Ambrozie Iurasov, Îndrumar creștin pentru vremurile de azi, vol. 1, Editura Sophia, București, 2008, pp. 278-279)