¡Hay que estar muy atentos al enfrentar las tentaciones!
“Cuando alguien le lanza una piedra a un perro, este, en vez de abalanzarse sobre el individuo que le tiró la piedra, lo que hace es arrojarse sobre la piedra y morderla. Nosotros hacemos lo mismo…”
Hay que estar muy atentos, para poder enfrentar las tentaciones. El anciano Anfiloquio decía: “Cuando alguien le lanza una piedra a un perro, este, en vez de abalanzarse sobre el individuo que le tiró la piedra, lo que hace es arrojarse sobre la piedra y morderla. Nosotros hacemos lo mismo. El demonio envía una persona para que nos tiente con alguna palabra o alguna actitud, y, en vez de atacar al que nos tiró la piedra, es decir, al maligno, lo que hacemos es morder la piedra, o sea el hermano que fue utilizado por el demonio para intentar dañarnos”.
(Traducido de: Înaltpreasfințitul Andrei Andreicuț, Mai putem trăi frumos? Pledoarie pentru o viață morală curată, Editura Reîntregirea, Alba Iulia, 2004, p. 56)