Humildad y bondad, virtudes fundamentales en la familia
“La belleza te hastía después de cuarenta días. Por el contrario, de la bondad no te sacias así pasen cuarenta años”.
Solamente Dios es perfecto. Si hasta los santos tenían debilidades, con mayor razón, nosotros, que somos personas terrenales y pecadoras. Por eso, tienes que entender que también la “otra mitad” que buscas tendrá sus propias pasiones y debilidades. Esto no significa que el hombre esté hecho solamente de pasiones y defectos (¡¿qué sería de él?!). Tiene también incontables virtudes que le son innatas.
Y las primeras de esas virtudes que embellecen al hombre son la humildad y la bondad. Especialmente la bondad. Dice un proverbio popular: “Un gramo de bondad vale más que una tonelada de conocimientos”. También hay otro que dice: “La belleza te hastía después de cuarenta días. Por el contrario, de la bondad no te sacias así pasen cuarenta años”. El hombre que carece de amor y humildad es una amenaza para la familia (y no solamente para ella).
(Traducido de: Arhimandritul Vasilios Bacoianis, Căsătoria, Editura Tabor, Bucureşti, 2010, p.