Palabras de espiritualidad

Humillarnos para ser enaltecidos

  • Foto: Adrián Sarbu

    Foto: Adrián Sarbu

¡Humillémonos ante el Señor, arrepintámonos de todo lo que ensucia nuestros corazones, llenemos nuestra vida de esperanza en el amor, el bien y la piedad, y entonces vendrá sobre nosotros la Gracia del Espíritu Santo!

Cada cristiano debe tener siempre presente el deber de purificar su alma, de desenraizar de ella los malos pensamientos y de buscar cómo santificarla. El Santo Apóstol Santiago dice: “Purificaos, pecadores, las manos; limpiad los corazones, hombres irresolutos. Lamentad vuestra miseria, entristeceos y llorad. Que vuestra risa se cambie en llanto y vuestra alegría en tristeza. Humillaos ante el Señor y Él os ensalzará” (Santiago 4, 8-10). ¡Humillémonos ante el Señor, arrepintámonos de todo lo que ensucia nuestros corazones, llenemos nuestra vida de esperanza en el amor, el bien y la piedad, y entonces vendrá sobre nosotros la Gracia del Espíritu Santo!

(Traducido de: Sfântul Luca al Crimeei, La porțile Postului Mare, Editura Biserica Ortodoxă, Bucureşti, 2004, p. 62)