Palabras de espiritualidad

¡Huye de las trampas del maligno!

  • Foto: Ioana Stoian

    Foto: Ioana Stoian

Translation and adaptation:

Es mejor refugiarte en el gallinero y enseñarles a las gallinas a que cacareen melódicamente, que engañarte y salir a buscar a tus vecinas para hablarles de cosas espirituales (o si eres mujer, ir a buscar a tus vecinos), porque por muy espiritual que parezca tu acción, esconde, con todo, una gran cantidad de trampas del maligno.

Cuando no tengas nada que hacer y no puedas dedicarte un poco a las cosas espirituales, es preferible que corras a la porqueriza, imites a los cerdos y te revuelques en el lodo, y después vuelvas a casa, te bañes, te cambies y te sientas reconfortado, que engañarte e irte a beber al primer bar, dejando que tu alma se revuelque en el fango de los placeres y, volviendo a casa intranquilo, los sientas como un infierno por la pesadumbre de tu corazón.

Es mejor refugiarte en el gallinero y enseñarles a las gallinas a que cacareen melódicamente, que engañarte y salir a buscar a tus vecinas para hablarles de cosas espirituales (o si eres mujer, ir a buscar a tus vecinos), porque por muy espiritual que parezca tu acción, esconde, con todo, una gran cantidad de trampas del maligno. Por eso, lo mejor para los jóvenes que quieran guardar la castidad es guardar cierta distancia con las mujeres (y las chicas, con los hombres) —y creo que Cristo no lo verá mal, porque estarán actuando así, conscientes de la debilidad característica de la edad—, que, llenos de temeridad, verse arrancados como pequeños árboles que empiezan a retoñar, perdiendo su virtud.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul,  Epistole, Editura Evanghelismos, pp. 21-22)