L as cosas del alma no nos sacian jamás
Concéntrate en orar y en hacer solo lo que es absolutamente nccesario.
Cuando el hombre empieza a vivir para las cosas del alma, siente que ya no puede saciarse. Lo mismo ocurre cuando empieza a vivir para las cosas bellas: siente que jamás tiene suficiente de ellas. Entonces, ¿sabes qué es lo que tienes que hacer? No te preocupes por levantar sólidos edificios, sino en hacer lo que es absolutamente necesario, y volverte hacia la infelicidad del mundo con tu oración, cuando no tengas nada para dar. Practica la caridad cuando puedas hacerlo. Pero concéntrate en orar y en hacer solo lo que es absolutamente nccesario.
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovnicești, vol. 1: Cu durere și dragoste pentru omul contemporan, traducere de Ieroschimonah Ștefan Nuțescu, Editura Evanghelismos, București, 2003, pp. 175-176)