Aunque la abuela es para cada familia una gran bendicíón, algunos no terminan de entenderlo. Usualmente, el esposo es el primero que, al envecejer, se enferma. Es entonces cuando la esposa asume el rol de cuidarlo permanentemente en su lecho de sufrimiento. Cuando aquel muere, lo mejor es que vengan los hijos, ya grandes, para llevarse a su mamá a vivir con alguno de ellos y para que, al cuidar de sus nietecitos, sienta que todavía es de mucha utilidad. De esta manera, ella descansa y los esposos reciben una ayuda. Porque la mamá, debido a sus innumerables quehaceres, no puede darle a sus hijos todo el afecto y amor que ellos necesitan. Esto lo hace, entonces, la abuela, porque está en la edad del amor y del afecto. Y cuando los niños hacen travesuras, la abuela los consiente, mientras que la mamá los regaña. Entonces, mientras la abuela cuida a los niños, la mamá realiza todas sus actividades; los niños, así, reciben consuelo y amor, mientras que la abuela descansa con el amor que aquellos le dan.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Viața de familie,Traducere din limba greacă de Ieroschim. Ştefan Nuţescu, Editura Evanghelismos, București, 2003, p. 151)