La alegría del monje
El padre Arsenie Boca decía que un monje triste es un monje con las luces apagadas.
En primer lugar, el cristianismo debe ser dador de alegría, porque, en donde no hay alegría, es decir, en donde hay tristeza, seguramente hay algo que no está bien.
Un monje que vivió hace algunos años con nosotros en este monasterio, el padre Arsenie Boca, decía que un monje triste es un monje con las luces apagadas. No debemos olvidar jamás que al ser tonsurado, el monje es vestido primero con una túnica blanca, que recibe el nombre de “atuendo de la alegría”. ¡Qué a menudo se nos olvida esto! Recordemos: el primer hábito del monje es el “atuendo de la alegría”.
(Traducido de: Arhimandritul Teofil Părăian, Iubirea de aproapele – ajutor pentru bucuria vieții, Editura Doxologia, Iași, 2014, p. 24)