Palabras de espiritualidad

La belleza y el bien son absolutos en la Persona de Cristo

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Esta es la forma en que tendríamos que ver a Cristo. Él es nuestro amigo, nuestro hermano. Él es todo lo que es bueno y bello. Él es Todo.

Cuando Cristo se acerca al hombre, cuando entra en nuestra alma, cuando se dirige al hombre, cuando penetra en su corazón, el alma del hombre cambia.

Esta es la forma en que tendríamos que ver a Cristo. Él es nuestro amigo, nuestro hermano. Él es todo lo que es bueno y bello. Él es Todo. Él es alegría, vida y luz. Él es la verdadera Luz, misma que llena al hombre de regocijo, que lo eleva a la cima de la felicidad. Él es Quien hace que el hombre vea todo y a todos. Él hace que el hombre ame a todos y anhele estar con ellos, en y con Cristo.

Cuando el hombre encuentra y conoce a Cristo, cuando Cristo viene a morar en el interior de su pequeña alma y el hombre lo siente, este quisiera gritarlo a los cuatro vientos y hablar a todos de Cristo, y decirles Quién es Él, y pedirles “¡Amen a Cristo!”, y no poner nada en un sitial más alto que Su amor. Cristo es todo. Él es la fuente de vida, el colmo de todos nuestros deseos. Él es todo. Todo lo que es más bello está en Cristo.

(Traducido de: Klitonos Ioannidis, Mărturii şi experienţe – o învăţătură a Părintelui Porfirie, aşa cum a fost ea înregistrată pe bandă de magnetofon, Editura Bunavestire Bacău 2005, pp. 61-62)