Palabras de espiritualidad

La caridad practicada por orgullo

    • Foto: Stefan Cojocariu

      Foto: Stefan Cojocariu

Translation and adaptation:

Para uno que es mundano, es entendible que se envanezca públicamente, ¿pero cómo justificar esa actitud en quienes dicen ser “espirituales”?

Padre, ¿que es lo que ocurre cuando ayudamos a alguien, cuando practicamos la caridad, pero sentimos un vacío por dentro?

—Hay que estar muy atentos, porque podría tratarse del orgullo. Cuando la persona tiene un buen propósito (al practicar la caridad), se siente feliz ayudando al otro. Voy contarles algo que me relató un abogado, conocido mío: Se acercaba la Navidad, y algunas personas “creyentes” se propusieron juntar distintas cosas, como víveres, para empaquetarlas y obsequiárselas a los necesitados (todo esto ocurrió en tiempos de la ocupación alemana). El abogado les dijo: “Conozco bien a muchos de esos necesitados, y me parece que lo mejor es ayudarlos en secreto”. Los demás se opusieron, “No, lo mejor es entregar los obsequios en la plaza, para gloria de Dios, para se vea que nos preocupan los pobres”. “Pero eso no está bien”, insistió el abogado. “¿En dónde está escrito que la caridad deba practicarse de esa forma?”. Pero los otros insistían con lo suyo, “para gloria de Dios...”, y no pudo convencerles de lo contrario. Así pues, juntaron todos los paquetes en la plaza central de la ciudad y proclamaron por todas partes que ahí se iba a repartir ayuda. ¿Qué fue lo que pasó? Que vino una multitud de extraños en tropel y se lo llevaron todo. Los paquetes fueron a parar a manos de unos bárbaros, y quienes necesitaban de esa ayuda se quedaron sin nada. Cuando los responsables de todo esto empezaron a discutir sobre lo que había pasado, recibieron una buena reprimenda... “para gloria de Dios”. ¿Ven cómo obran las leyes espirituales? Para uno que es mundano, es entendible que se envanezca públicamente, ¿pero cómo justificar esa actitud en quienes dicen ser “espirituales”?

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Trezire Duhovnicească, Editura Evanghelismos, p.180)