Palabras de espiritualidad

La casa y el alimento del alma

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

Translation and adaptation:

Si el hombre no tiene la paciencia necesaria para esperar el final de cualquier tribulación o necesidad, con la esperanza puesta en la Divina Providencia, jamás podrá esperar hasta el final los frutos de sus esfuerzos espirituales.

Cualquier vivienda resulta agradable cuando está ordenada y ventilada, y cuando en ella hay algo de alimento para quien la habita. El stárets Ambrosio del Monasterio Óptina dice: “La casa del alma es la paciencia, y su alimento, la humildad. Si no hay alimento en la casa, quien la habite tendrá que salir afuera. Es decir, si el hombre no tiene humildad, sale de la paciencia”.

¡Con qué facilidad y con cuánta claridad nos queda claro el misterio del pecado, en esas palabras del padre Ambrosio!  ¡Cuántas adversidades tiene que enfrentar el hombre espiritual en su camino! Pero si no tiene la paciencia necesaria para esperar el final de cualquier tribulación o necesidad, con la esperanza puesta en la Divina Providencia, jamás podrá esperar hasta el final los frutos de sus esfuerzos espirituales.

(Traducido de: Arhimandritul Serafim Alexiev, Viaţa duhovnicească a creştinului ortodox, traducere din limba bulgară de Valentin-Petre Lică, Editura Predania, Bucureşti, 2010, p. 29)