Palabras de espiritualidad

La castidad en el matrimonio

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

La familia fue planificada por Dios como un lugar santo para el afán en la devoción, la pureza y la vida santa.

Dios le dio al hombre ciertas inclinaciones corporales, no para el desenfrreno, sino para multiplicar el género humano.

Los juicios de Dios son siempre los mejores, puros y santos. ¡Crezcan y multiplíquense, llenando la tierra y sometiéndola! (Génesis 1, 28), es el mandamiento divino, carente de cualquier sombra. Sin embargo, el hombre, al caer en el pecado, lo pervirtió todo. Lejos de Dios, al desobedecerlo, se alejó también de los venerables propósitos divinos y empezó a empujar sus inclinaciones físicas hacia el mal. El Creador determinó que el hombre no estuviera solo, sino que tuviera familia. Y es que la familia fue planificada por Dios como un lugar santo para el esfuerzo en la devoción, la pureza y la vida santa. Pureza y amor recíproco, tal es el vínculo entre hombre y mujer.

(Traducido de: Arhimandrit Serafim Alexiev, Curăția-tâlcuire la Rugăciunea Sfântului Efrem Sirul, Editura Sophia, București, 2007, pp. 17-18)



 

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