Palabras de espiritualidad

La confesión debe ser voluntaria

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Que tu confesión no provenga de la coerción o la necesidad, sino que sea voluntaria y espontánea, como dice David: “Y voluntariamente me confesaré ante Él.

También tú, hermano, debes confesar, con tu propia boca, todos tus actos, todas tus palabras infames y todos tus malos pensamientos.

Con tu misma boca debes confesarlos, porque, aunque los escribas para no olvidarlos, es tu deber leerlos tú mismo ante tu confesor.

Por eso, se equivocan quienes escriben sus pecados y se los dejan a su padre espiritual, para que luego los lea él, porque su confesión es incompleta. Deben dejar de hacer esto y leer ellos mismos sus pecados.

Que tu confesión no provenga de la coerción o la necesidad, sino que sea voluntaria y espontánea, como dice David: “Y voluntariamente me confesaré ante Él. No quieras parecerte al rey Nabucodonosor, quien no quiso contarle a los magos su sueño, para que lo interpretaran, sino que les pidió a ellos que se lo relataran y, además, lo descifraran. “Dadme a conocer el sueño y su interpretación’’ (Daniel 2, 6).

Así pues, relata primero tu sueño —es decir, tus pecados— para que tu confesor los conozca y pueda ayudarte a enmendarlos.

(Traducido de: Sfântul Nicodim Aghioritul, Carte foarte folositoare de suflet, Editura Fotini, 2007, p. 160)