La dependencia del trabajo que nos lleva a olvidar a Dios
Mira un poco hacia arriba, también. No sólo hacia abajo, no sólo las cosas del mundo. Observa también tu propia alma.
El stárets exhortaba de esta forma a un hijo suyo espiritual, quien trabajaba todo el día y no asistía a las vigilias:
“—Hijo, mira un poco hacia arriba, también. No sólo hacia abajo, no sólo las cosas del mundo. Observa también tu propia alma.”
“—Padre, es que no tengo tiempo, no puedo...”
Una vez, aquel hombre enfermó seriamente. Entonces, el stárets fue a verlo al hospital. Viéndolo allí tendido, se señaló la sien y le dijo:
“—¿Te acuerdas de lo que te decía?”.
“—Tenía usted razón, padre.”
“—Hoy tu mirada se dirige hacia arriba, aunque no quieras. Al recuperarte, sigue haciéndolo, pero esta vez con toda buena disposición.”
(Traducido de: Pr. Epifanie I. Teodoropulos, Crâmpeie de viaţă, Editura Evanghelismos, Bucureşti, 2003, p. 105)