Palabras de espiritualidad

La “dichosa pesadumbre” del cristiano

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

“Tal como nuestra sombra nos sigue a donde vamos, así también la humildad y el llanto (por nuestras faltas) deben estar siempre con nosotros, sin importar a dónde vayamos o en dónde estemos”.

El hombre debe entristecerse no sólo por los pecados que ha cometido, sino también por su propio estado de iniquidad y de alejamiento de Dios. Por eso, es conveniente que todo el tiempo mantenga en su alma la tristeza espiritual, esa “dichosa pesadumbre”. El hombre “debe conservar todo el tiempo el llanto (penthos) en su interior”, nos enseña el abbá Pimeno.

Y otro anciano dice: “Tal como nuestra sombra nos sigue a donde vamos, así también la humildad y el llanto deben estar siempre con nosotros, sin importar a dónde vayamos o en dónde estemos”. En ese mismo sentido, San Juan Crisóstomo dice que “todo momento es propicio para llorar” (para arrepentirnos).

“La compunción verdadera es el dolor del alma que no busca ningún consuelo, sino que todo el tiempo piensa en la muerte”, escribe San Juan Climaco, y “el llanto es el dolor que inunda al alma llena de fervor”.

(Traducido de: Jean Claude Larchet, Terapeutica bolilor spirituale, Editura Sofia, p. 509)